Ahora todos trabajan.
La ociosidad está de duelo
(sólo yo la soporto
pero pesa como roca preñada).
Más o menos las personas entienden la labor del que nada
un elemento sobrevolando sus vidas:
un reflejo de sus vidas idóneas.
Ahora todos laboran como abejas;
pero mi inmortal alma de hormiga no justifica su vuelo:
para qué tanto peso en los hombros, pronuncia;
para qué tanto sudor como polvo, reclama.
-Triste resignación de madre felina-.
Todos trabajan bajo un sol de cemento
y aire de plástico;
entonces
no hay mayor solución que observarlos:
observar el descenso imparable a su “Ego”
observar como duermen y lloran.
Todos trabajan de modo infinito
y multiplican sus fuerzas para quedar más vacíos.
Pero mi espíritu es danzante semilla
que vive sus golpes
disfrutando del vuelo.
"..." de GS
_____________________________________________________________________
Relacionado:


0 comentarios:
Publicar un comentario
¿Te agradó el texto? ¡Deja tu comentario!